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22 Mar
22Mar

   En Puerto Rico el tema de la depresión postparto es tabú y también estigmatizado, al igual que otros temas de salud mental. Coloquialmente hemos escuchado frases como: “parece que se le subió la purga”, “está en el posparto”, “después del parto quedó loca”, entre otras. Sin embargo, es importante aclarar que existen diversos trastornos del estado de ánimo que pueden desarrollarse antes y luego del parto, que no necesariamente todo se limita a depresión posparto y que la depresión posparto no es sinónimo de no tener las destrezas para cuidar del bebé.  

   La llegada de un nuevo integrante a la familia viene acompañada de cambios de vida importantes, no tan solo de la madre, sino de toda la familia. Esto puede desencadenar una mezcla de emociones que van desde una inmensa alegría hasta el miedo más intenso e incertidumbre. Hay que normalizar que algunas madres primerizas sienten melancolía en el posparto que puede durar entre varios días hasta dos semanas luego del nacimiento del bebé. Esta melancolía puede resultar en cambios en su estado de ánimo, llanto, ansiedad, sentirse abrumada, concentración disminuida, problemas de apetito y sobre todo están comenzando a lidiar con la privación del sueño, que también altera la cotidianeidad que vivía antes de tener al bebé.  


   La depresión posparto, pudiera confundirse con la melancolía posparto, pero los síntomas son más intensos y tienden a durar más tiempo. Es por esto por lo que puede afectar su funcionamiento diario, que ahora incluye el cuidado de la criatura que acaba de nacer. La depresión posparto es un conjunto de signos y síntomas que se desarrollan dentro de las primeras semanas después del parto, pero que también pueden desarrollarse hasta un año después del nacimiento del bebé, una pérdida o un parto en que nace muerto el bebé. Los síntomas de la depresión posparto varían y pueden ir de leves a graves. La depresión posparto no es exclusiva de la mujer que acaba de parir, sino que también puede padecerlo el hombre que se acaba de convertir en padre. Los signos y síntomas de la depresión posparto incluyen:  

  •  Estado de ánimo deprimido.     
  • Llanto excesivo.       
  • Dificultad para relacionarse con el bebé.      
  • Aislamiento de familiares y amigos.      
  • Pérdida o aumento de apetito.       
  • Insomnio o dormir demasiado.       
  • Pérdida de energía o fatiga.      
  • Disminución de interés y placer en actividades que antes disfrutaba.  
  • Irritabilidad intensa.       
  • Miedo intenso a no ser una buena madre.       
  • Desesperanza, sentimientos de inutilidad, vergüenza, culpa o sentirse insuficiente.       
  • Disminución en la capacidad para pensar claramente, concentrarse o tomar decisiones.       
  • Ansiedad grave o ataques de pánico.       
  • Pensamientos sobre querer lastimarse a sí misma o al bebé.       
  • Pensamientos recurrentes de muerte o pensamientos suicidas. 

   Si te identificas con algunos de estos síntomas es normal que sientas miedo, te muestres reacia (o) o avergonzada (o) de buscar ayuda. Sin embargo, es importante para tu salud, la del bebé y tu familia. Recibir un tratamiento inmediato puede ayudarte a manejar los síntomas y a continuar que el vínculo con el bebé se fortalezca. Acude a tu médico o a algún profesional de la salud mental, estamos capacitados para ayudarte.  



Referencias: 

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